El fenómeno de los egobloggers: ¿el nuevo nicho de la moda?

Posted on 18 septiembre 2013 por



Por: Lourdes Ríos

Actualmente existe un gran interés en los efectos de la tecnología sobre los medios de comunicación tradicionales. Sobre éstos, autores como Henry Jenkins, Howard Rheingold y Manuel Castells se plantean distintas formas en que las formas de comunicarnos han cambiado.

Uno de los principales cuestionamientos que hacen estos académicos se enfoca precisamente a las consecuencias del rompimiento del modelo vertical de la comunicación y al surgimiento de una relación mucho más horizontal donde tanto usuario como medio producen y se alimentan de información. Sin embargo, en una época en dónde cualquiera es capaz de producir un mensaje y publicarlo: ¿cuál es la garantía de que se está recibiendo información de calidad? ¿Hasta qué punto los contenidos producidos por los usuarios pueden “competir” con aquéllos producidos por los grandes medios de información?

Una de las áreas en donde esta idea del enfrentamiento entre los contenidos de las audiencias y los medios tradicionales es palpable es la de la moda: especialmente si nos referimos a la comparación entre los bloggers y los editores de moda como líderes de opinión.

Hace apenas unos cinco años, comenzó el fenómeno de los egobloggers: jóvenes con un gusto por la moda que creaban un blog con fotografías de los diferentes atuendos que utilizaban y sus experiencias día con día. Tal es el caso de la blogger Andy Torres, quien en 2007 publicará su primera entrada en su blog Style Scrapbook explicando su gusto por la moda. Pocos imaginarían que la mexicana radicada en Holanda llegaría a ser nada menos que la imagen de campañas internacionales para marcas como Mango o Canon.

Hoy en día, Andy produce al menos tres entradas semanales donde podemos ver atuendos tanto de diseñador como de precios accesibles. Con solamente 25 años, la blogger tiene más de 250, 000 seguidores en su cuenta de Instagram, 163,000 en Facebook y 60,000 en Twitter. Por si fuera poco, basta con que suba algún atuendo que incorpore prendas de tiendas como Zara o H&M para que éstas se agoten en las tiendas. Tal es el éxito de la jalisciense que este año participó como juez en el concurso Elle México Diseña al lado de Sara Galindo, editora de moda de Elle México, y Rolando Santana, diseñador mexicano.

Andy Torres, Rolando Santana y Sara Galindo conformaron el jurado del concurso Elle México Diseña 2013.

Con esta participación, la blogger demostró un fenómeno que se había incubado en la industria desde hace algunos años: el blogger cómo un líder de opinión equiparable a un editor de moda.

Pero no todos están de acuerdo en que los bloggers se posicionen como líderes de opinión. La estilista Annie Lask, quien ha trabajado para la Revista W, Heineken y Elle México, se ha declarado abiertamente en contra de este tipo de blogs. Para ella cualquiera que haga este tipo de contenidos que sea mayor de 14 años no se ve bien, que se combina la ropa de las maneras más obvias posibles y que es algo que cualquiera puede hacer.

Editorial «Volcano». Estilismo por Annie Lask para El Fanzine

Una de las críticas más severas que hace Lask es precisamente sobre las razones de éxito de los egoblogs. A diferencia de las revistas especializadas, el blogger presenta algo más real. Mientras que Vogue o Elle crean una fantasía, los egoblogs presentan a mujeres y hombres reales. De acuerdo a Kelly Talamas, editora de Vogue México y Latinoamérica, “la lectora de Vogue es alguien que viaja por todo el mundo”.  Una persona que vive en la Ciudad de México y tiene un trabajo común no encajaría precisamente en este perfil.

Esto no implica que los contenidos deban perder calidad por estar dirigidos a un público distinto, ni que sea preferible consumir uno u otro. A diferencia de un sitio web de una revista, un blog se ve completamente afectado si cambian la persona que lo editan. Para que la página web de Vogue cambiará sería necesario cambiar todo el concepto e imagen creados alrededor de la revista desde 1916.

Asimismo, existe el riesgo de que la persona rompa con los límites de la realidad gracias a una plataforma como el egoblog. Rheingold, en su libro La Comunidad Virtual, plantea la idea de la identidad como un fluido. En 2005, comenzaron a surgir los primeros blogs de estilo personal y para 2008 el fenómeno ya había pasado a la etapa del protagonismo.

En sus inicios Chiara Ferragni era una estudiante italiana con gusto por la moda.

Hoy en día, su blog The Blonde Salada le ha abierto las puertas al mundo de la alta costura.

Así, se puede decir que un blog de calidad no es aquel con un reinado alrededor de una persona, sino un trabajo de autor. Ciertamente, existen bloggers que forman parte de este culto al protagonismo, una especie de universo fanático como el que describe Jenkins en su libro Cultura de la Convergencia. Hoy en día, el público busca consumir celebridades: actores, diseñadores, músicos y demás. Y si éstos, cómo es el caso de los egobloggers, tienen características similares a ellos mismos el culto crece.

Así, se vuelve necesario encontrar blogs con contenidos de calidad: que sean útiles, interesantes y sobretodo originales. Aquellos blogs con una o dos actualizaciones en un mes son más un trabajo de aficionado que el de un blogger, éstos más bien ocupan un nicho recién creado en la industria. Así como hay audiencias para las revistas de moda, hay audiencia para los blogs; un blog de calidad también se encarga de cultivar a esta audiencia.

Ciertamente, los egoblogs son el vehículo perfecto para la publicidad. No es novedad que las marcas utilicen a alguna egoblogger como protagonista de sus campañas. Este es el caso de la española Alexandra Pereira de Lovely Pepa, quién recientemente fue nombrada embajadora de la marca Tous.

Hoy en día, los bloggers han llegado a las primeras filas de los desfiles, hacen campañas con marcas internacionales e incluso escriben columnas para revistas.  Éstas últimas, y no solamente aquellas especializadas en moda, se han visto en la necesidad de incorporarse en el mundo digital. Ahora, las revistas tienen página de internet, aplicaciones para dispositivos móviles, foros de discusión y en algunos casos hasta espacio para blogs.

Entonces ¿todavía es posible decir que los blogs nunca podrán competir con las revistas de moda? Resulta atrevido afirmar que las revistas serán sustituidas por los blogs, cada uno juega un papel muy diferente en la industria.

Ciertamente, la tecnología ha tenido un rol fundamental en el crecimiento y desarrollo de estos egoblogs. Sin embargo, ahora es trabajo del lector informarse y seleccionar los contenidos que le sean útiles y de calidad pues existen blogs con un trabajo equiparable al de una revista consolidada, así como existen blogs hechos por aficionados. En este momento, nos enfrentamos a la explosión de nuevos blogs. De acuerdo a la infografía The State of Internet Now, para 2010 había alrededor de 152 millones de blogs. ¿Cuántos de ellos se actualizan constantemente y ofrecen contenidos de calidad?

Las nuevas tecnologías no sustituyen el trabajo periodístico, aún hay contenidos que requieren un tratamiento basado en estudios y especialización.  “… lo que Internet sí está haciendo es convertirse en el corazón de articulación de los distintos medios, de los multimedia. Es decir, de ser el sistema operativo que permite interactuar y canalizar la información de qué pasa, dónde pasa, qué podemos ver, qué no podemos ver y ser, por tanto, el sistema conector interactivo del conjunto del sistema multimedia.” (Castels, 2001)

Así, resulta necesario que los medios consolidados comiencen a incorporar contenidos cada vez más atractivos en sus sitios web y que trabajen en conjunto con los bloggers, sabiendo cuál es el rol de cada uno dentro de la industria.

Hace algunos años, solamente una modelo o un editor de moda podía lograr lo que hoy hace un blogger con una entrada. Sin embargo, hay que entender que la industria de la moda es algo más que la compra y venta de prendas y accesorios; existe un abanico de conceptos artísticos, sociales, políticos e incluso económicos que necesariamente requieren a las grandes revistas de moda. Después de todo, de acuerdo a Roland Barthes, en su libro El Sistema de la Moda, “la novedad no implica moda, sino un valor agregado”.

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